La cohesión del grupo ha sido uno de los conceptos ampliamente estudiados en la literatura de grupo (Bettenhausen, 1991) y hay diferentes maneras de definir la cohesión grupal, dependiendo de cómo los investigadores conceptualizan este concepto. Sin embargo, la mayoría de los investigadores definen la cohesión como el compromiso de la tarea y la atracción interpersonal para el grupo (Beal, D. J.; Cohen, R.; Burke, M. J. & McLendon, C. L., 2003). Lott y Lott sostienen que la atracción interpersonal dentro del grupo es suficiente para explicar la cohesión del grupo (Lott, A. J. & Lott, B. E., 1965). En otras palabras, la cohesión grupal existe cuando sus miembros tienen sentimientos positivos mutuos entre sí.
Cuanto más cohesión existe, más probable es que el equipo comparta valores, actitudes y normas de conducta comunes (Wikipedia, cohesión social, 2016). Tener una cohesión fuerte en el entorno escolar es una de las claves para una convivencia positiva y productiva que nos permite aprender y trabajar en equipo.
Trabajar en equipo resulta provechoso no solo para una persona sino para todo el equipo involucrado. Nos traerá más satisfacción y nos hará más sociables, también nos enseñará a respetar las ideas de los demás y ayudar a los compañeros si es que necesitan nuestra ayuda (Wikipedia, trabajo en equipo, 2016).
Los profesores insistimos en “enseñar” a trabajar en equipo, en fomentar actividades de cooperación en las que se necesitan los unos los otros pero nos olvidamos que, muchas veces, se trata de un problema de raíz, es decir, que no se ha trabajado anteriormente.
¿Qué se puede hacer? Los horarios están llenos y no hay mucho tiempo en el día a día escolar para recuperarlo todo. En este caso saber algo más sobre la hormona llamada oxitocina y su posible papel puede ser útil. La oxitocina ejerce funciones como neuromodulador en el sistema nervioso central modulando comportamientos sociales. En el cerebro parece estar involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales y podría estar involucrada en la formación de relaciones de confianza y generosidad entre personas (K. Wilhelm, 2010).
La oxitocina, las relaciones sociales y la confianza van de la mano (K. Wilhelm, 2010). Son ingredientes básicos para formar equipos con una cohesión fuerte. La oxitocina se produce gracias al contacto corporal y nos hace sentir confianza en el contexto social en el que estamos.
La oxitocina representa una herramienta eficaz para crear confianza entre un grupo y hacer la cohesión de un grupo más fuerte, por lo que será importante buscar formas para que los integrantes de los grupos puedan generar oxitocina. En grupos, de cualquier edad, existen formas diferentes para crear situaciones que favorecen la producción de oxitocina, el objetivo es crear situaciones sencillas con cuales se mejora la cohesión del grupo.
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